Los restos del dictador Francisco Franco ya están fuera del Valle de los Caídos. Un total de 44 años ha estado su cadáver en un mausoleo en el que fue enterrado a su muerte en 1975. Tras meses de disputa con la familia, el Gobierno ha conseguido trasladar los restos al cementerio de El Pardo-Mingorrubio, dejando el Valle entre muchas incógnitas. ¿Qué va a pasar ahora con la Basílica? Ya en 2011, el Ejecutivo que entonces presidía José Luis Rodríguez Zapatero encargó un informe de expertos sobre el futuro del monumento.

Los restos del dictador Francisco Franco ya están fuera del Valle de los Caídos. Un total de 44 años ha estado su cadáver en un mausoleo en el que fue enterrado a su muerte en 1975. Tras meses de disputa con la familia, el Gobierno ha conseguido trasladar los restos al cementerio de El Pardo-Mingorrubio, dejando el Valle entre muchas incógnitas. ¿Qué va a pasar ahora con la Basílica? Ya en 2011, el Ejecutivo que entonces presidía José Luis Rodríguez Zapatero encargó un informe de expertos sobre el futuro del monumento.

"El Valle tiene que contar su propia historia: quién lo construyó, para qué..."

El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva, cuenta a 20minutos que lo que se tendría que haber hecho es "mover también los restos de Primo de Rivera", que también está enterrado en el Valle, y posteriormente, desde el Ejecutivo, "ayudar a las personas que tienen seres queridos enterrados allí".

Silva lamenta que todavía "no se han abierto las puertas del Valle" y cita la sentencia de los hermanos Lapeña, fusilados durante la Guerra Civil y enterrados en el Valle, y cuya exhumación autorizó el juez en 2016. "Vamos camino de cuatro años sin que se ejecute esa sentencia, y eso se llama prevaricación", asevera el presidente de la ARMH. Silva tiene claro que el Valle de los Caídos "tiene que contar su propia historia". Esto es, tiene que conocerse "quién lo construyó, para qué se usó y cómo". Además, desde la Asociación piden desterrar la idea de que es "un monumento para la reconciliación" porque en su inauguración, en 1959, Franco "instaba a seguir con la persecución".

La opción del museo, casi descartada

Una vez que el cadáver del dictador ya está fuera, la cuestión es si el Valle se puede reformular como un museo en torno a la "reconciliación". De hecho, así se recogía en una Proposición de Ley registrada por el PSOE en 2017. "El Valle de los Caídos se reconvertirá en un centro nacional de Memoria, impulsor de la cultura de la reconciliación, la memoria colectiva democrática y la dignificación y reconocimiento de las víctimas", decía la norma.

Pero esta opción queda prácticamente descartada. No convence ni al Gobierno de Sánchez ni a los expertos, puesto que supondría cambiar el significado del Valle. Se ve como un monumento de culto a Francisco Franco, por lo que convertirlo en un lugar más global sería muy complicado.

La opción de que sea un cementerio civil

La de reconvertirlo en un cementerio civil es otra opción que mantiene abierta el Gobierno desde que se inició el proceso. Según el informe de 2011, hay unos 33.800 cadáveres en el Valle. En este caso, el tira y afloja sería con la Iglesia. En teoría, la potestad sobre la Basílica es de los monjes, y vista su posición ante la exhumación, podría abrirse un nuevo proceso judicial.

El mal estado de la Basílica

Ya en el análisis que se realizó en 2011, los expertos avisaban del mal estado de la Basílica, que se encuentra prácticamente en ruinas. La Comisión estimó en unos 13 millones de euros las inversiones para rehabilitarla. Algunos de estos cambios, de hecho, tienen "carácter urgente", puesto que se pueden ocasionar "desprendimientos". Es más, desde Podemos, incluso, han llegado a pedir la demolición de la cruz.