La acusación particular se ha adherido a la petición de penas del Ministerio Público, que sostiene que, en la madrugada del 3 de febrero de 2018, el procesado y la perjudicada coincidieron en un local de copas de la ciudad olívica.

Según explica en su escrito, la joven, que en ese momento tenía 19 años de edad, se encontraba bajo los efectos del alcohol y, en un momento determinado, decidió marcharse del local. El acusado, "sabedor" de las condiciones en las que se encontraba, se ofreció a llevarla a su casa y, en su vehículo, abusó sexualmente de ella.

El procesado se ha negado a declarar durante el juicio, que ha tenido lugar en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo. No obstante, sí que ha ejercido su derecho a pronunciar la última palabra en la vista, y se ha mostrado "sorprendido" por las acusaciones, al tiempo que ha negado que haya "abusado nunca de ninguna mujer".

La víctima ha declarado a puerta cerrada y ha mantenido su versión de los hechos en una vista en la que también han comparecido las facultativas forenses, que han confirmado que las muestras recogidas a la joven evidenciaron una tasa de alcohol en sangre elevada, así como la presencia de semen en su zona genital (que los análisis atribuyeron a dos varones: su pareja y el acusado).

ACUSACIONES

Las acusaciones han mantenido la petición de 7 años y 5 meses de prisión, así como la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima. Asimismo, han reclamado que el acusado indemnice a la víctima en 6.000 euros, en concepto de daños morales.

Durante su informe final, la fiscal ha subrayado que la víctima no pudo consentir las relaciones sexuales por el alto grado de alcoholemia que presentaba y que, además, hizo que tampoco pudiera oponer resistencia.

Además, dado que A.A.P.A. no ha querido declarar en el juicio, y que no hay indicios que apuntalen la versión de una relación consentida, la representante del Ministerio Público ha dado por verosímil la versión de la víctima.

DEFENSA

Por su parte, el letrado de la defensa ha reclamado la libre absolución de su patrocinado, y ha incidido en que no ha quedado acreditado el abuso. A ese respecto, ha señalado que la relación pudo ser consentida y que, incluso, se pudo haber producido en el baño del local y no en el coche.

El abogado ha cuestionado la versión de la víctima, recordando que la joven situó el coche del acusado en una calle y el vehículo estaba estacionado en otra. Asimismo, ha recalcado que el examen de la Policía científica en ese coche, supuesto lugar donde ocurrió la agresión, no arrojó rastro ni pista alguna.

La defensa también ha puesto de manifiesto que la chica no presentó denuncia inmediatamente y que, incluso cuando fue citada por la Policía para declarar, no se presentó a la primera, sino cuando ya había recibido varias llamadas desde Comisaría.

Finalmente, ha recalcado que ni el acusado ni la víctima presentaban lesiones que hicieran pensar en un forcejeo, y que la denuncia puede tener su origen en la necesidad que tenía la joven de "justificarse" ante su novio, que la noche de autos había estado llamándola y discutiendo con ella para que volviera a casa.