De los 50 grados del Sáhara al oasis asturiano

  • Más de 300 niños saharauis pasan el verano en Asturias.
  • Ayer, 60 disfrutaron de los juegos del Palacio de los Niños de Oviedo.
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En el Palacio de los Niños, los saharauis se divirtieron jugando con la mascota, Rolo, que recibió alguna que otra patada.
En el Palacio de los Niños, los saharauis se divirtieron jugando con la mascota, Rolo, que recibió alguna que otra patada.
En el Palacio de los Niños, los saharauis se divirtieron jugando con la mascota, Rolo, que recibió alguna que otra patada.

Cuando los niños saharauis del programa Vacaciones en Paz llegan por primera vez a Asturias para pasar el verano tienen que aprender a bajar la escalera del avión.

En los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) viven más de 150.000 exiliados procedentes del Sáhara Occidental, una antigua colonia española invadida por Marruecos en 1975. Pero no hay ningna escalera, ni ascensores, ni grifos, ni agua caliente.

Unos 10.000 niños de 7 a 12 años pasan en España los meses de julio y agosto. De estos, 336 viven al Principado. Familias voluntarias los acogen para alejarlos de los 50 grados a la sombra de Tinduf.

Los dos meses se terminan muy pronto
"Los dos meses se terminan muy pronto", cuenta Azahara, una niña saharaui de 11 años. Su compañera Rabab aclara que,
de los tres meses de vacaciones escolares, pasan otro más en casa donde "hace mucho calor".

Las administraciones subvencionan el programa. En el caso del Ayuntamiento de Oviedo, también invita a los 60 niños que residen estos días en la capital a disfrutar de una tarde de juegos en el Palacio de los Niños. La fiesta se celebró ayer.

Estos dos meses, los pequeños prueban todas las comodidades de la vida occidental, lujos inapreciables para quienes no carecen de agua, de electricidad o de ropa nueva.

Sobre todo les fascina el agua, la piscina, la playa...
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Cargan pilas para todo el año. Los llevamosa la playa, a la piscina, montan en bicicleta.... sobre todo les fascina el agua. También van al médico y comen mejor.
En Tinduf no apenas tienen carne o pescado ", cuenta Belén Cuevas.

Belén lleva 14 años acogiendo a niños saharauis y en diciembre visitará a la familia de Brahim, el niño que acoge desde hace cuatro años, en Tinduf. "Pasaré unas semanas viviendo como ellos".

Saharauis y españoles tenemos un legado cultural que compartir
"
Es imposible describir la dimensión humanitaria de este programa. Saharauis y españoles tenemos un legado cultural que compartir y trasladar. Aprender español es una faceta muy importante de este programa. También tiene mucho valor l
a relación de intercambio cultural y de amistad que se crea entre las dos familias. Los niños ven aquí que hay otro mundo posible. El campamento les cierra los ojos al futuro y
esto les ensanche la mente", asegura Abdu Mohamed Fadel, delegado Saharui para Asturias.

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