Le espera el velódromo Palma Arena, donde esta noche volverá a reencontrarse con su público más de un año después de entrar en prisión.
Farruquito actúa de nuevo tras aprender a "vivir la vida más lenta" en su encierro legal, consecuencia de un atropello mortal por el que fue juzgado y condenado.
No tengo prisa por hacer ni demostrar nada
Ahora por buen comportamiento y se ha puesto a trabajar, en esta ocasión para el estreno de su espectáculo
Puro, todo un "musical de flamenco". Ante la prensa no quiso el miércoles referirse a su estancia en la cárcel, pero sí dijo que "cualquier experiencia en la vida enseña".
"No tengo prisa por hacer ni demostrar nada", confesaba, añadiendo que la gente tiene que darse cuenta de que "el flamenco es un arte universal" y que
él se expresa mejor "bailando que hablando". Tendrá un invitado de excepción, Miguel Molina, y le acompañarán tres pantallas gigantes y catorce músicos.
Farruquito afirmó asimismo que
su referente "siempre ha sido Farruco" y que cada día baila "con más ganas". El sevillano ingresó en la cárcel el 16 de enero de 2007, después de que la Audiencia de Sevilla
por el atropello de Benjamín Olalla. Conducía su BMW sin carné ni seguro.
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