Su último disco se llama Nuevo Norte ¿Por qué ese título?

Esconde muchos matices, un cambio de discográfica, las letras y la música son mías y está grabado con los músicos de mi banda, con la que hago los conciertos. Con el primero fue todo muy precipitado. El primer año nada más salir de Operación Triunfo me lo tomé como un aprendizaje, intenté absorber todo como una esponja.

¿Alguna vez ha perdido el norte?

Sí, por amor y es una de las cosas que más me ha inspirado para componer.

En su primer disco estaba con Vale Music, ahora con Warner, ¿qué ha habido de positivo en el cambio?

Todo ha sido bueno porque en general la filosofía de trabajo de Vale Music (discográfica que lleva a algunos de los triunfitos de todas las ediciones) es coger al cantante, exprimirlo y explotarlo, lo ven como un producto. No nos pusimos de acuerdo en una serie de puntos. En Warner tienen más en cuenta al artista y a sus ideas.

Casi todas las canciones son suyas ¿qué reinvindicaría con la letra de una de ellas?

La cantidad de piratas y ladrones que hay en este mundillo, y no me refiero a piratas por la piratería de discos sino a la mala gente que hay. La música es un negocio que mueve mucho dinero y eso atrae a gente de moralidad dudosa.

Estuvo un año viviendo en Noruega y allí tocaba en la calle, si se le cerraran las puertas y no pudiera dedicarse profesionalmente a la música, ¿volvería a hacerlo aunque fuera por placer?

Por supuesto, afortunadamente no tendría que hacerlo por necesidad pero lo haría por gusto, de hecho muchas veces he hablado con mi banda que tenemos que hacerlo un día, irnos al Carmen y ponernos a tocar en medio de cualquier calle. Hay mucha verdad en eso porque no hay focos ni amplificadores, sólo está el músico delante de la gente, ahí no engañas.

¿Le gusta el baile?, ¿entraría en un programa como Fama?

En la gira de OT me imponían las coreografías pero en mis conciertos no pegan mucho. Además, estoy en contra de que tenga que haber un molde de artitas. En el programa si entraba alguien que sabía tocar la guitarra lo cogían y le plantaban una coreografía, a esa persona no se le daba bien y hacía el ridículo delante de toda España. ¿Qué pasa si no sabes bailar?, no hay porque ser un backstreetboy.

¿Vio la final de OT?

Sí.

¿Cuál era su favorito para ganar?

Musicalmente, Pablo es el mejor, creo que con otra actitud y con un poco más de humildad habría arrasado. Pero la opinión de Risto ha influido mucho en la audiencia, su poder es enorme.

¿Cómo es ahora su relación con Risto?

Tenemos una relación cordial, nos enviamos mensajes de vez en cuando. No le guardo rencor porque sé dónde me metí, hay que entender el contexto. Operación Triunfo es un programa de televisión y hay que hacer audiencia, si no estás preparado para aguantar la presión no entres. Pero de todas formas la presión de la gente de fuera es mucho peor. Es como en los partidos de fútbol, hay un sólo entrenador pero todo el mundo critica como si supiera de fútbol. Con esto pasa igual, sales de la Academia y todos hablan como si entendieran de música.

¿Qué le diría a toda la gente que siente cierto rechazo hacia los cantantes de Operación Triunfo?

Que alguien que sale de ese programa tiene que demostrar el doble que cualquier otra porque existe un rechazo por parte de un sector importante de la industria musical y tienes que demostrar muchas más cosas.

¿Ha notado alguna vez ese rechazo?

En general no, alguna vez he visto gestos de menosprecio. De todas formas te abre muchas más puertas de las que te cierra. Jamás me arrepentiré de haber entrado porque te pone con mucho lastre en carrera pero por lo menos te sitúa.

¿Por qué entro en Supervivientes?

Porque en ese momento estaba pasando por un momento emocional bastante malo y necesitaba hacerlo, necesitaba irme y desconectar de todo. Me vino muy bien.

¿Hay alguna pregunta que no le hayan hecho y que le gustaría que le hicieran?

Me han preguntado esto otras veces y siempre me quedo en blanco, tendré que prepararme algo original para la próxima vez.

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