10 actores que tiraron su Oscar a la basura

¿Qué es lo mejor que puede ocurrirle a un actor o actriz de Hollywood? Está claro: recibir un Oscar. Desde hace casi un siglo, los premios de la Academia son garantía de contratos millonarios, presencia mediática y jubilaciones doradas en la mayoría de los casos... Pero no en todos: una mala decisión de casting, y esa estatuilla que tan bonita quedaba en tus manos cuando pronunciaste el discurso pasará a servirte sólo para decorar una estantería.

Todos los intérpretes que aparecen en este informe tuvieron su noche de gloria en Los Ángeles. Y todos, sin excepción, defraudaron a los críticos y al público (y muchas veces, también a la taquilla) justo después de conseguirlo. Con todos vosotros, 10 actores que tiraron sus Oscar a la basura.

* Kevin Costner (Bailando con Lobos, 1990)

Ganó el Oscar porque... Gracias a su película, Costner reavivó el interés por el western entre los académicos. El filme ganó un total de siete Oscar, incluyendo Mejor Dirección y Mejor Película.

Y lo malgastó porque... Robin Hood, príncipe de los ladrones era carne de multisala. Vale. Wyatt Earp era algo cansina. De acuerdo. Pero Waterworld y Mensajero del futuro resultaban (en su momento) indefendibles por megalómanas y sermoneantes. Aún así ambas se hayan ganado un estatus de culto, mientras su máximo responsable se recupera lentamente. ¿Será Superman: Man of Steel su regreso a la fama?

* Susan Sarandon (Pena de muerte, 1995)

Ganó el Oscar porque... Tras haber estado nominada en cuatro ocasiones, el manifiesto anti-pena capital de Tim Robbins era la excusa perfecta para que Susan se coronase como la Meryl Streep de los 90.

Y lo malgastó porque... Tratándose de una actriz tan talentosa como la Sarandon, da cosica ver sólo dos papeles memorables en 16 años de carrera: la reina mala de Encantada y la madre de En el valle de Elah.

* Mira Sorvino (Poderosa Afrodita, 1995)

Ganó el Oscar porque... Con su voz chillona, sus andares y su ingenuidad, Mira se convirtió en el elemento más gracioso de una película ya de por sí hilarante. Tuvieron que pasar 14 años para que otra actriz se llevase una estatuilla gracias a su trabajo con Woody Allen. Y todos sabemos quién fue la afortunada.

Y lo malgastó porque... Políglota y cultivada, la Sorvino tiene películas interesantes en su currículum (Mimic, Romy y Michelle) pero también muchas mediocridades que han pasado desapercibidas.

* Kim Basinger (L. A. Confidential, 1997)

Ganó el Oscar porque... Dejarse el pelo como Veronica Lake le valió a la sex symbol de Nueve semanas y media una rehabilitación pública tras haberse desenganchado de la cocaína y de Alec Baldwin.

Y lo malgastó porque... Hollywood es un lugar cruel para los mayores de 40, y Kim tenía 41 cuando recogió su trofeo. Tras comerse vivo a Eminem en 8 millas, la actriz parece confinada en papeles de señora madura con angustia vital (Lejos de la tierra quemada).

* Kevin Spacey (American Beauty, 1999)

Ganó el Oscar porque... Secundario ignoto primero (Armas de mujer) y villano carismático más tarde (a estas alturas, ¿es un spoiler decir que sale en Se7en?), Spacey conquistó al público haciéndose manolas en la ducha. En un gesto memorable, dedicó su premio a Jack Lemmon.

Y lo malgastó porque... Tras encarnar a un par de psicópatas y a un currela onanista, ¿a quién se le ocurre protagonizar una feel good movie como Cadena de favores?  Pues a Kevin, quien arrastró en su caída a Haley Joel Osment (El sexto sentido). Digamos en justicia que su Lex Luthor es lo mejor de Superman Returns (otro batacazo), y que tiene visos de redimirse con Quiero matar a mi jefe.

 * Hilary Swank (Boys Don't Cry, 1999 - Million Dollar Baby, 2004)

Ganó el Oscar porque... Pasar sin escalas de dar risa (El nuevo Karate Kid) a dar escalofríos como cowboy transexual merecía una recompensa. Y resultar tan patética y heróica a la vez como la boxeadora de Clint Eastwood, también.

Y lo malgastó porque... Para triunfar en el cine hacen falta mucho carisma  y muy buenos guiones. A juzgar por los proyectos que ella misma ha producido (Amelia), Hilary sólo parece ser consciente de lo primero. Su película La víctima perfecta, anunciada a bombo y platillo como la resurrección de Hammer Film, fue directa a dvd en Estados Unidos.

* Adrien Brody (El pianista, 2002)

Ganó el Oscar porque... Nos puso un nudo en la garganta cargando con los traumas de Roman Polanski: el director polaco no pesa mucho, pero sus recuerdos infantiles del gueto de Varsovia, sí.

Y lo malgastó porque... Errático como el solo, Brody es capaz de lo mejor (Viaje a Darjeeling), de lo no tan bueno (Splice) y de lo directamente infame (Predators). Ahora bien, su intervención en Midnight in Paris no se la salta un rinoceronte.

* Halle Berry (Monster's Ball, 2001)

Ganó el Oscar porque... La cinta de Billy Bob Thornton era una película de gran interés, con lo que es lamentable que sólo se la recuerde por ser la primera ocasión en la que una actriz afroamericana ganase la estatuilla. A todo esto, ¿de qué iba?

Y lo malgastó porque... En una palabra: Catwoman. La propia Halle reconoció el valor de semejante producto fecal en forma de celuloide recogiendo en persona su anti-Oscar Razzie. A fecha de hoy, es la única actriz (y la única persona, en general) que ha pasado personalmente a por su frambuesa. Corrección: con la excepción de Sandra Bullock en 2010.

* Nicole Kidman (Las horas, 2003)

Ganó el Oscar porque... Tras haberle negado una estatuilla por Moulin Rouge, la Academia tenía una deuda con la ex señora de Cruise. ¿Cómo se la cobró ella? Poniéndose una nariz postiza.

Y lo malgastó porque... En el caso de la Kidman, su caída post-Oscar no se ha debido tanto a lo artístico (pese a truños como Embrujada) como a lo farmacéutico. Viendo su rostro, sentimos ganas de maldecir a quienes inventaron el bótox.

* Jamie Foxx (Ray, 2004)

Ganó el Oscar porque... Su metamorfosis personal y musical en todo un Ray Charles era inquietante, de puro perfecta. Hablamos de alguien a quien apodaban 'el Padrino del Soul', así que imitarle no debió ser fácil.

Y lo malgastó porque... Tras levantarle el Oscar a Clint Eastwood, Leonardo DiCaprio, Johny Depp y Don Cheadle, fue como si a Jamie se le agotaran las pilas. Trabajar en filmes aceptables (Corrupción en Miami) o entrañables (Dreamgirls) no remonta la trayectoria de una estrella, sobre todo si alternas esos pequeños triunfos con descalabros totales (El solista).