La burbuja inmobiliaria ya ha estallado en

A Coruña. Se comenta en la calle y lo muestran los

datos de las inmobiliarias, que ante la nula venta de pisos han empezado a ofrecer rebajas en los precios, que llegan al 40%.

Varias

agencias consultadas, como Rías Altas o Vivenda Inmobiliaria, han confirmado que

las viviendas "se habían sobrevalorado en exceso" y que desde el pasado mes de enero notan que se están pagando esas prácticas. Para capear el temporal de las malas ventas, algunos pisos que

antes costaban 300.000 euros ahora se anuncian a 180.000 en zonas como Monte Alto o Matogrande, además del centro. "Tenemos chalés en Oleiros que

cuestan ahora 120.000 euros menos y si antes vendías un piso en tres meses, ahora tardas seis", afirma Beatriz, de Rías Altas.

Incluso algunas constructoras tienen

promociones con descuentos de 70.000 euros en pisos con vistas a la Torre de Hércules, aunque con fecha límite: 31 de agosto.

Pero, a diferencia de las rebajas de las tiendas, en las agencias no hay ni peleas ni colas. Simplemente, dicen, no entra nadie. "En todo un mes hubo dos clientes. Eso antes era impensable", explica Ana, de Vivenda Inmobiliaria. Los profesionales coinciden en aventurar un

futuro poco prometedor, al menos en lo que queda de 2008, y creen que el alquiler se va a convertir en la baza que salvará muchos negocios. "El perfil del cliente ha cambiado: los que vienen a comprar son inversores con dinero y el resto apuesta por alquilar", aseguran en las agencias.

Con todo, también los

arrendamientos coruñeses se han visto arrastrados por el estallido de la burbuja y

sus precios se han disparado (de 400 euros de media a 600) animados también por los 210 euros de la Renta de Emancipación del Gobierno.

Las

economías domésticas se van a resentir y se enfrentarán a "un escenario muy difícil" por la actual coyuntura económica y la crisis seguirá

. Así lo destacó ayer el director del Centro de Investigación Financiera (CIEF) de Caixa Galicia, Alberto Meixide, que añadió que el

alto endeudamiento de las familias muestra un panorama poco alentador. Meixide destacó que no se prevé otro 'boom' inmobiliario como el de ahora. Las agencias también opinan que esto servirá "para poner los pies en la tierra".