Sábado. 19 de julio. Joxean llega a las 10.47 horas a Termibus. En Pesa ya no quedan pasajes para Donostia. «Van a poner otro autobús?», pregunta esperanzado. De respuesta, una mirada impertérrita de la taquillera y un consejo «Prueba en Alsa».

Efectivamente, en Alsa-Continental hay un servicio a las 11.15 horas. Quedan 25 minutos, y una cola de unos 45 minutos. Solución, esperar al bus de las 12.00 horas.

El sábado pasado la estación de autobuses era un enjambre. Sol, turistas, mediados de julio...y la fusión de Alsa-Contiental, llevada a cabo en noviembre. Las seis taquillas de ambas compañías se reconvertieron en un total de cuatro. Y, por lo tanto, más agolpamiento de viajeros.

El sábado, Javi iba a Santander. También a las 11.15 h, y estaba resignado en la cola, sabiendo que no llegaría a tiempo. Rosa Mari y su niña querían llegar a Irún a la hora de comer. No lo veían nada claro. Mientras, un guarda jurado cuidada que nadie se colara, y avisaba de que una de las taquillas es sólo para venta anticipada.

Durante el iniverno, y tras la fusión entre Alsa y Contiental, las colas son han sido permanentes, aunque habitualmente bastaba con unos 15 o 20 minutos para sacar el billete. Pero en verano hay más viajeros, muchos de ellos extranjeros, que pregunta horarios, precios...

Cada día salen y entran de Termibus en Bil bao entre 300 y 400 vehículos, que desplazan en total a más de 21.000 viajeros.

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