Los parlamentarios franceses, reunidos en Congreso en el Palacio de Versalles, aprobaron este lunes, por un margen de un sólo voto, la

revisión de la Constitución impulsada por el jefe de Estado,

Nicolas Sarkozy, y su Gobierno conservador.

El texto amplía los poderes del Parlamento, delimita los del presidente y da nuevos derechos a los ciudadanos.

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Limita a dos los mandatos sucesivos del jefe de Estado y abre la posibilidad a que el Parlamento

vete los nombramientos presidenciales al frente de grandes instituciones como el Consejo Constitucional. A cambio, el presidente podrá hablar ante los legisladores reunidos en Congreso.

- Obliga a celebrar

un referendo para toda futura ampliación de la

Unión Europea, pero con la posibilidad para los legisladores de pedir al jefe de Estado que opte por la

ratificación parlamentaria.

- El parlamento tendrá que dar el visto bueno al

envío de tropas francesas al exterior.

Para el primer ministro,

François Fillon, esta reforma es un

avance "espectacular". El líder del PS,

François Hollande, ha calificado la reforma de