Las obras de la Línea 1 del Metro de Sevilla junto a San Bernardo han acabado ya con la paciencia de los vecinos de la Enramadilla.

«Esto es desesperante. Con el ruido no hay quien duerma. Yo estoy tomando ansiolíticos», denuncia uno de los afectados.

Desde principios de año soportan trabajos de día y de noche. El ruido del generador, de la grúa... les tiene en vela desde hace meses.

Ahora, las 84 familias del bloque que colinda justo con la zona de obras de la calle Doctor Antonio Cortés Lladó han comenzado a revelarse. Ya hay una pancarta de protesta y en los próximos días colgarán más.

La madrugada del jueves fue la peor, aseguran. A las 5 de la mañana algunos estaban sentados en el salón. «¿Así como vamos a ir a trabajar al día siguiente?», se queja María.

Con la llegada del verano, ni siquiera pueden abrir las ventanas y tienen que estar las 24 horas con el aire acondicionado puesto.

«No estamos en contra de la obra pero sí que ésta se haga corriendo para cumplir un plazo político, la apertura del metro», denuncia otra vecina, quien recuerda que «nos dijeron que con el túnel en mina, es decir, excavando a 18 m se reducirían las molestias. Nada, esto sigue igual».

Ferrocarriles Andaluces asegura que las mayores molestias acabaron la pasada semana y que los trabajos ya se concentran bajo tierra.

«El ruido puede deberse a la grúa que baja y sube los materiales al túnel y ya hemos comunicado a Metro de Sevilla la necesidad de que el impacto acústico se reduzca al mínimo», afirman.

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