En concreto, el Cabildo grancanario presentó hoy una campaña informativa en colaboración con la obra social de La Caja de Canarias que se centrará en el reparto de 30.000 folletos en los ayuntamientos de Gran Canaria y oficinas de la entidad en zonas rurales de la isla, con la intención de orientar a la población rural sobre un conjunto de hábitos que minimicen el peligro de incendio.

La idea ha surgido tras el gran incendio que tuvo lugar el año pasado en la isla y en el que se vieron afectadas 8.800 hectáreas, especialmente en los municipios de San Bartolomé de Tirajana y Mogán, por lo que tras se decidió realizar un folleto de autoprotección contra incendios de viviendas en la zona rural-forestal.

La realización del folleto, que ha sido financiada por la Obra Social de La Caja de Canarias, ha contado con el asesoramiento técnico del Cabildo de Gran Canaria y está encaminada a adaptar medidas contra incendios testados a nivel internacional a la realidad canaria. Se trata de un espacio intermedio entre lo rural y lo estrictamente forestal que abarca áreas que incluyen pueblos, barrios y términos municipales con una vocación agrícola y ganadera.

Tras el incendio, surgieron varias iniciativas en la caja de ahorros que, inicialmente, llevó a cabo un plan de voluntariado medioambiental tras el cual se creó "esta segunda iniciativa que viene a dar respuesta a la parte mas visible de la tragedia que generaron cuantiosas pérdidas", indicó Magaly Miranda, directora de la Obra Social de La Caja de Canarias.

"El problema del incendio forestal es real y tenemos que concienciarnos sobre ello e involucrar a la ciudadanía", apuntó el coordinador de incendios del Cabildo de Gran Canaria, Carlos Velázquez, por lo que "cada vecino debería hacerse responsable de su franja de seguridad".