Al acabar junio, los pisos nuevos eran en la provincia de Granada un 12% más caros que a inicios de año, según los datos del propio Ministerio de la Vivienda. Sin embargo, en Andalucía los precios han subido en este semestre un 7,3% y en el conjunto de España, un 8%.
En junio comprar una vivienda libre en Granada salía a 2.115 euros el metro cuadrado. Un precio que, por si sirve de consuelo, no es el más alto de la comunidad: en Málaga, Sevilla y Cádiz están algo más caras.
La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, calificó ayer los datos –durante una visita a Granada– de «positivos y alentadores». Se refería, claro está, al crecimiento nacional, no a la evolución de los precios de aquí.
Según dijo, ahora el objetivo del Gobierno central es conseguir un «aterrizaje suave» de los precios y que nadie se vea afectado por una «caída brusca, situación que podría afectar a familias que han invertido sus ahorros en una vivienda». Aunque al que la vaya a comprar sí que le vendría bien esa caída brusca.
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