Decálogo para disfrutar del sol sin riesgos

Para ponernos morenos sin necesidad de pasar por las quemaduras, sólo hay que seguir estas sencillas recomendaciones:

1.Usar un protector solar con un factor 15 como mínimo, que deberá extenderse media hora antes de exponernos al sol y renovar su aplicación cada vez que salgamos del agua o cada dos horas, sin olvidarnos de extenderlo por las zonas más delicadas (cuello, hombros, pecho, orejas…)..Si tenemos la piel muy blanca lo ideal es usar un factor de protección 30 ó 40.

2.Evitar la exposición en las horas de mayor intensidad, desde las 12 del mediodía hasta las cuatro de la tarde.

3.Usar gafas de sol que tengan un 100% de protección UV para proteger los ojos de la luz solar.

4.Utilizar ropa holgada que nos permita sentirnos frescos al dejar circular el aire entre nuestro cuerpo y el exterior, aislándolo del calor.

5.Procurar beber muchos líquidos, especialmente en el caso de niños y ancianos. En verano debemos multiplicar la cantidad de agua que bebemos, de 2 a 4 litros diarios.

6.No exponer a los menores de cuatro años al sol y, en caso de hacerlo, protegerlos siempre con un gorro, esté el día despejado o no. No hay que olvidar que su piel es mucho más vulnerable a los efectos nocivos del sol que la de una persona de mayor edad.

7.Debemos evitar la ingesta de remedios fotosensibilizantes antes de exponernos al sol, como los diuréticos, anticonceptivos y antinflamatorios, ya que pueden producir manchas en la piel.

8.No aplicarnos perfumes ni cosméticos al tomar el sol, ya que también pueden provocar manchas.

9. Usar más protección solar cuando nos encontremos cerca de superficies reflectantes, como el agua, la nieve o el hielo, y secarnos bien con la toalla tras cada baño.

10. Los días nublados, no hay que bajar la guardia ni dejar de usar protección. Muchos casos de quemaduras se producen en estas jornadas.