El niño Joao Roberto Amaral Soares sufrió dos heridas de bala en la cabeza cuando viajaba el domingo por la noche acompañado de su madre y de un hermano de nueve meses a bordo de un coche que recibió al menos 15 disparos de policías militares, señalaron varios testigos.

"Lo que hubo de hecho fue una confusión", dijo más tarde en rueda de prensa el Secretario de Seguridad del estado de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame. "Un hecho de esos no tiene disculpas, es una vida que se fue", dijo el secretario al "lamentar profundamente" el nuevo incidente que empaña aún más la imagen de la policía de Río de Janeiro.

Atribuyó el fatal equívoco a la "falta de preparación y de discernimiento" de los agentes.

De manera deliberada

Beltrame desmontó la propia versión policial según la cual el coche de la familia fue alcanzado por accidente al quedar en el medio de un intercambio de disparos entre los policías y unos hombres armados que acababan de asaltar varios bares en el barrio de Tijuca, en la zona norte de Río.

Varios testigos dijeron a medios locales que el vehículo conducido por Alessandra Amorim Soares fue ametrallado de manera deliberada porque fue confundido con el que supuestamente habrían abordado los bandidos.