La afluencia masiva a las piscinas y la playa es algo consustancial a la llegada del verano. Tanto niños como mayores se divierten dándose un baño pero, a su vez, las posibilidad de que padezcan otitis aumenta considerablemente.

De hecho, las consultas por otitis en los centros hospitalarios aumentan un 70% en verano respecto a las otras épocas del año, según asegura a 20 minutos el presidente de la Sociedad Andaluza de Otorrinolaringología, Jorge Roquette.

Roquette informa de que en la época estival por cada consulta pasan unos 10 pacientes al día aquejados con cuadros de otitis. Aclara que esta inflamación del oído, típica del verano, es externa ya que afecta al conducto auditivo externo, mientras que en invierno la posibilidad de que se den estos casos es «muy infrecuente».

Cuando una persona llega a la consulta con una dolencia de otitis externa, el tratamiento consiste, primero, en la «supresión completa del baño», según este otorrinolaringólogo y, posteriormente, se aplica un tratamiento sintomático con analgésicos ya que provoca «bastante» dolor y se administran antiinflamatorios.

Sin hospitalizar

A pesar del dolor que provoca la inflamación del oído externo, el presidente de la Sociedad Andaluza de Otorrinolaringología aclara que «nunca» una persona llegará a estar hospitalizada por un caso de otitis externa.

Por su parte, el otorrinolaringólogo del Hospital Reina Sofía , Rafael Jurado, desaconseja el uso de tapones en general y sólo los recomienda en caso de que haya una patología previa que obligue a utilizarlos. Asimismo, el doctor indica que la población de edad más afectada son los niños dado su predilección por el baño durante el verano.

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