David tiene nueve años, le apasiona la música y quiere aprender a tocar el violín. Ya forma parte de un coro organizado por la Fundación Barenboim con alumnos de su centro (Sor Ángela de la Cruz) y otros de Sevilla capital.

Sin embargo, no va a ser posible. Con nueve años ya es "un anciano" para entrar en el conservatorio, según sus padres. La normativa actual da preferencia a los niños de ocho.

El año pasado se presentó al examen de ingreso del conservatorio Francisco Guerrero (en el antiguo Matadero) pero no aprobó: obtuvo un 4,5. Este año lo ha vuelto a hacer el examen pero en el Conservatorio Elemental de Música Macarena y ha logrado un 8,7.

Roberto y Carmen, sus padres, saben que por ley los alumnos de ocho años tienen más posibilidades. Lo que les indigna es que el pasado día 30 de junio "nos citaran para hacer la elección de instrumento y nos dijeran que, aunque hubiese renuncias a algunas plazas (se ofertaban 24 y se han ampliado a 48) no se cubrirían como ha ocurrido otros cursos".

No entienden la medida, porque saben que el curso pasado hubo alumnos con 11 años y hasta con 30 que consiguieron plaza. Por eso, están preparando una carta de queja para presentar en la Consejería de Educación y tienen claro que si su hijo quiere estudiar música tendrán que ver la posibilidad de que lo haga con profesores particulares.

Cumpliendo la norma

En el conservatorio explican que "nos limitamos a cumplir con lo que nos dicen" en la Junta y señalan que no se han producido vacantes y que si hubiera habido alguna "no podría haberse cubierto con niños de más edad".

No obstante, aseguran que si en septiembre se produjese alguna renuncia puede que exista la posibilidad de que se cubran con alumnos de otras edades.

La Delegación Provincial de Educación explica que lo que se ha hecho en el Macarena es ampliar la oferta de plazas para que ningún niño de ocho años se quede sin plaza.

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