Greenpeace anima a derribar a pelotazos el hotel del Algarrobico en un videojuego

  • En el videojuego los jugadores se convierten en activistas que, ayudados de balones y delfines, intentan destruir el hotel.
  • Greenpeace recuerda con el juego el compromiso de derribo de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente.
  • El Algarrobico es uno de los diez 'puntos negros' de la costa según el informe 'Destrucción a toda Costa 2008' de Greenpeace.
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El videojuego de Greenpeace reproduce la playa almeriense en la que se ha levantado el hotel.
El videojuego de Greenpeace reproduce la playa almeriense en la que se ha levantado el hotel.
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El videojuego de Greenpeace reproduce la playa almeriense en la que se ha levantado el hotel.
Dos activistas en una barca deben destruir, ayudados por balones de playa y delfines, el hotel almeriense del
Algarrobico. En su misión, el peligro se presenta en forma de bidones, cascotes y grúas que, al caer, pueden hundir su bote. Así es el
'Juego del Algarrobico', un videojuego con el que
Greenpeace , que ayer presentó su informe anual sobre la degradación de la costa española, quiere llamar la atención sobre el hotel construido en 2003 en el Parque Natural de Cabo de Gata (Almería).

Bajo el subtítulo de 'Ayúdanos a derribar el hotel ilegal', Greenpeace ha colgado el juego en su página web con el objetivo de difundir su reivindicación de que el hotel, aún sin terminar y situado en plena playa del Algarrobico, sea derribado. Con tres botes disponibles por partida, en el juego la puntuación depende de la superficie del hotel con la que el jugador consiga acabar, siempre y cuando su bote no vuelque con la caída de los elementos de obra.

Tanto si se consigue derribar el hotel, uno de los

diez puntos negros de la costa española que Greenpeace señala en su informe '
Destrucción a toda Costa 2008 ', como si se hunden los tres botes, un mensaje al final de la partida agradece la colaboración de los jugadores. "Muchas gracias por haberte unido a Greenpeace en nuestro
intento de demoler, aunque sea simbólicamente, el Algarrobico", señalan los ecologistas en la ventana que pone fin al juego. En esa mismo mensaje, Greenpeace
anima a los internautas a difundir el juego "para convencer al
Junta de Andalucía de que para nosotros esto no es un juego" y, de esa forma, presionar para que se lleve a cabo el derribo del hotel.

Con las obras paralizadas judicialmente a la espera de una sentencia firme, Greenpeace recuerda en el juego el compromiso de la ex ministra Narbona y del presidente andaluz Manuel Chaves de demoler el imponente edificio construido por Azata del Sol. Los ecologistas, que en 2005 ocuparon durante tres días las obras del hotel, recuerdan que el hotel se ha levantado a 28 metros de la playa, una distancia no permitida por la Ley de Costas, y que en este momento la constructora pretende retomar las obras del complejo, cuya puesta en marcha sí apoya parte de la población de la cercana localidad de Carboneras.

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