a finales de 1994 por un delito de omisión del deber de socorro. La justicia alemana lo buscaba a pesar de que «lo más lejos que he estado de España ha sido en Andorra y por aquel entonces no tenía ni coche», por lo que es complicado pensar que alguien apuntara mal una matrícula.

Las sorpresas no acabaron aquí. «Al día siguiente me llamaron de la Fiscalía y me dijeron, sin darme ninguna explicación, que habían hablado con Madrid y que ya estaba todo borrado», comentaba ayer a 20 Minutos Luis Felipe Pérez de Alarcón, que inmediatamente obtuvo el certificado de penales para poder practicar uno de sus deportes favoritos.

Un certificado imprescindible

Luis Felipe Pérez de Alarcón ha tenido suerte al haberse enterado de que existía un error judicial que le afectaba solicitando un certificado de penales para apuntarse a un club de tiro, pero este hombre ha pasado 10 años sin saber que habría tenido un grave problema que aclarar, sin saber cómo, para trabajar en un país fuera de la Unión Europea. O que le hubieran obligado, en el mejor de los casos, a dar media vuelta si hubiera decidido irse de vacaciones a Nueva York. El certificado de penales es un documento imprescindible para los inmigrantes que actualmente quieren regularizar su situación.