Un total de 18 inspectores de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades serán los encargados de revisar las actividades que se llevarán a cabo hasta el 15 de septiembre en los 700 campamentos con más de tres días de pernoctación que se organizarán en la región.

En concreto, la Junta espera realizar entre 200 y 250 inspecciones, lo que significa que una de cada tres de estas actividades contará con vigilancia.

La principal función de los inspectores es examinar las instalaciones, los medios de los que disponen y sobre todo si cuentan con los seguros y autorizaciones administrativas correspondientes.

Los inspectores analizarán el conjunto del campamento que previamente ha solicitado el permiso de explotación.

En el caso de que se infrinja la normativa se adoptarán medidas cautelares que podrían incluso obligar a desmantelar el campamento en el plazo de dos días, informó Ical.

En caso de que se tenga que llegar a esta actuación será necesaria la intervención de la Policía o Guardia Civil.

Además, este año Inspección ha intercambiado datos de entidades que anuncian en internet actividades de tiempo libre con las autorizaciones administrativas para detectar posibles incumplimientos en la normativa y evitar que se lleven a cabo campamentos sin ningún control.

Este verano participarán en ellos más de 40.000 jóvenes de Castilla y León, Asturias, Galicia y Madrid.

19 expedientes en 2007

El año pasado no se registró ninguna incidencia grave y la mayor parte de los accidentes que se produjeron fueron por cortes, caídas y pequeños golpes.

En total, se rellenaron más de 5.000 hojas de incidencias, que pretenden establecer un mapa de riesgos para mejorar su calidad. Además, se llevaron a cabo un total de 72 inspecciones y se tramitaron 19 expedientes.

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