"A Javier Bardem le agobia la fama, entrar en un sitio y ver que lo mira todo el mundo"

El periodista sevillano Jaime Fuertes desvela la cara menos conocida de la industria del cine y sus anécdotas con las estrellas del celuloide en su libro Un negocio de cine que recopila nueve años de entrevistas y viajes por festivales.

¿Cuál fue el germen del libro?

Estando en los pasillos del hotel con los periodistas esperando tu turno para entrevistar a la gran estrella, cuentas tus batallitas, lo que te ha pasado con los actores… Empiezo contando cómo Hugh Grant y yo nos comíamos un sándwiche en un hotel en un descanso del trabajo como dos tipos normales. Y una rueda de prensa de Richard Gere me sirvió para acabarlo.

A Faye Dunaway no le podías dar la mano, no la podías tocar. Iba de diva. Barbara Carrera bebía constantemente agua caliente. Y Samuel L. Jackson tenía al lado siempre un plato de frutas"

¿Qué pasó en esa rueda de prensa?

Le vi como un tipo muy humano, sencillo. Su modestia no era fingida al decir que él no se veía como una estrella y que todos prácticamente somos iguales y formamos parte de lo mismo. Sus palabras eran un poco budistas pero tenían mucha razón.

¿Cuál es su conclusión tras haber conocido a las estrellas de cine?

Que la mayoría se consideran personas normales y corrientes iguales que tu y yo, con un trabajo que hacen lo mejor posible. Sólo tienen una aureola alrededor y una maquinaria que crean ese personaje de cara al público que en realidad es falsa.

Ponga un ejemplo.

Santiago Segura. Es un autentico maestro a la hora de crear esa fachada que funciona de cara a los medios. Se lo toma como un payaso que sale a la pista de circo. Pero luego hay otro Santiago Segura que no tiene nada que ver con eso.

Los actores son lo que tienen muchas veces la decisión sobre qué reparto, qué director, qué salario… son los que mueven esta maquinaria gigantesca"

¿Son vergonzosos?

Conozco a muchos directores y actores que lo pasan muy mal delante de una cámara. Cuando le quitas ese personaje y queda solo la persona, lo pasan muy mal. Porque lo quieren tener todo medido y memorizado como su guión.

¿Qué actores le impactaron?

Silvester Stallone. Muy profesional y atento. También encantador, Dustin Hoffman. Pierce Brosnan, estás viendo al mismísimo agente 007, el mismo carisma. A veces los más grandes son los que mayores sorpresas te dan. No esperas que sean tan simpáticos.

¿Y mujeres?

Algo que no capta bien una cámara son los ojos azules de Cameron Diaz, son impactantes. Halle Berry es una auténtica belleza. Y Kate Hudson entra en una habitación y la ilumina.

Algo que no capta bien una cámara son los ojos azules de Cameron Diaz, son impactantes. Halle Berry es una auténtica belleza. Y Kate Hudson entra en una habitación y la ilumina"

¿Con qué excentricidades se ha encontrado?

A Faye Dunaway no le podías dar la mano, no la podías tocar. Iba de diva. Barbara Carrera bebía constantemente agua caliente. Y Samuel L. Jackson tenía al lado siempre un plato de frutas. Jean-Claude Van Damme fue un poco difícil: ponía cara de fastidio cuando le hacías preguntas que ya le habían hecho.

¿Cómo es el tándem Banderas-Bardem?

A Banderas no he podido entrevistarle aún. A Bardem lo he visto siempre muy cansado de esto. La fama le agobia, me dijo que era como una pesadilla de Kafka, entrar en algún sitio y ver a todo el mundo mirándote.

¿Y Penélope-Paz Vega?

Paz Vega es un caso de una subida demasiado rápida. Ha cambiado mucho en sólo 5 años. Y Penélope es tímida, se pone nerviosa. Ella y Banderas son dos ejemplos de cómo lograr que los pies no se te levanten del suelo.

¿Hasta dónde llega el poder del actor?

Muy lejos. Ellos tienen muchas veces la decisión sobre qué reparto, qué director, qué salario… son los que mueven esta maquinaria gigantesca.

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