Las manos al envejecer pierden grasa, su piel se afina tanto que parece pegarse al hueso, las venas se ven nítidamente y su aspecto se llena de antiestéticas manchas oscuras de difícil solución.
La cirugía plástica y reparadora ,y otros métodos estéticos como el láser, ofrecen soluciones parciales para estos inconvenientes. El cirujano plástico y reparador Roger Amar ha creado una técnica sencilla que consiste en el uso de células madre de la grasa del propio paciente para estimular la creación de tejidos y activar mecanismos fisiológicos de regeneración.
El método ha sido usado ya en rejuvenecimiento facial y ahora se aplica a las manos, donde a través de unas cánulas se inyecta suero extraído de la grasa. Lo novedoso es que la sustancia llega a los músculos y a los huesos, consiguiendo su regeneración.
Para el tratamiento solo se necesitan 10 minutos y anestesia local, es una medicina no invasiva y el posoperatorio es rápido. El injerto produce una nueva vascularización de la piel, y una buena circulación vascular es una cualidad propia de una piel joven y sin manchas.
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