El primer disco de Pequeña Fiera se editó a principios de año casi sin hacer ruido, y eso que su música, un cruce entre Sonic Youth y Sigur Rós, tiene todos los ingredientes para llamar la atención: el cuarteto de Valencia, al igual que Uke o Cabo San Roque, emplea xilófonos, casiotones y juguetes. «La verdad es que provienen de variopintos lugares: el rastro, eBay, regalos, cesiones de juguetes de infancia de amigos... Coleccionarlos es una adicción, y suenan taaaan bien: son entrañables». Además salen a tocar con caretas de osos, porque el protagonista en la sombra del grupo es «un niño con cabeza de oso que no sabe hablar». Sergio PF!, el cantante, es también el responsable del peculiar artwork del disco, que transmite a la perfección la mezcla de surrelismo e inocencia de Casiotone for bears.
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