"No tenemos documentación de estos terrenos, Dios nos ha puesto aquí para vivir"

  • Varios vecinos tendrán que irse de sus terrenos.
  • No tienen papeles, dicen que Dios les puso ahí para vivir.
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Teme tener que marcharse.
Teme tener que marcharse.
FIDEL RASO
Teme tener que marcharse.
La Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP) ultima los trabajos topográficos previos a la construcción del nuevo centro penitenciario, que con un total de
648 celdas se levantará en un solar de 270.000 m2 situado en un triángulo entre Fuerte Mendizábal, la valla fronteriza y la empresa de hormigones y áridos Hoarce.

Said Lahasi, un vecino ceutí de 36 años teme que el Gobierno "destruya la naturaleza", así como su vivienda, un pequeño cortijo situado debajo de las instalaciones de Hoarce y junto a Fuerte Mendizábal. "Tengo mucho miedo a que me echen de mi casa, donde llevo desde que nací, en libertad y armonía", afirmaba con los ojos brillantes y la voz tenue.

No tenemos papeles de las casas, no hace falta. Dios nos ha puesto aquí para vivir"
Said no se conformará si le comunican que debe abandonar la zona, aunque le den una vivienda en otro lugar de la ciudad. "Estos terrenos son de Dios, no tenemos documentación de la casa, no hace falta.
Dios nos ha puesto en esta tierra para
vivir", manifestaba señalando hacia el cielo.

Varios metros más abajo se encuentra Finca Cuéllar, custodiada por una jauría de perros que ladran sin cesar cuando ven a un desconocido merodear por la zona. Allí se encontraba Mohamed Amar haciendo sus labores en la huerta de la que es encargado. "Todavía no es seguro que vayan a construir aquí la nueva prisión porque estos terrenos no son de fiar. Cuando le metan peso pueden ceder, también puede que se produzcan desprendimientos de tierra", explicaba al equipo de este medio.

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