De sacar unas angulas o divisar un banco de mubles, a pescar lubinas, lenguados y mojarras, entre otras especies, hay un gran diferencia. Tanta como los 25 años que han tenido que pasar para que la ría de Bilbao haya dejado atrás su pasado: el gran desagüe donde iban a parar todas las aguas fecales del Gran Bilbao, para convertiste en un nutrido acuario.

Ahora, muy lejos de lo que sucedía antaño, ya se pueden encontrar hasta 55 especies de peces en las aguas de la ría, según el último informe de Azti Tecnalia. En su campaña de este año, los técnicos han sacado especies insospechadas.

Entre las últimas capturas, figuran cabuxinos, chaparrudos, platijas, lenguados, anchoas y abisones, más propias de aguas profundas. Son seis especies más de las detectadas en la campaña anterior, desarrollada en 2006, pero muchas más de las que aparecieron en la primera, desarrollada en 1990 y cuando empezaban a salir algunos crustáceos como cangrejos y quisquillas.

Ese año entró en funcionamiento de forma definitiva la depuradora de Galindo. Pero la mejoría más notable se produjo en 2001, cuando se puso en marcha el tratamiento biológico de las aguas residuales, un procedimiento químico que depura mucho más el agua.

Y no sólo en la zona más cercana al mar. La mejoría del estuario llega hasta el mismo Bilbao. Sin ir más lejos, muchas de las especies se han capturado en los concursos de pesca sin muerte que organiza el Consorcio de Aguas en los muelles de Bilbao. Y con los peces, las aves también han vuelto. Ya se pueden observar más de 60 tipos de aves en el estuario.

TENDREMOS QUE SEGUIR PAGANDO

El saneamiento de la ría lo hemos pagado los vizcáinos desde hace más de 25 años. Y, aunque el plan de saneamiento del Consorcio de Aguas ya está finalizado, tendremos que seguir pagando. La excusa no es otra que el mantenimiento de esas redes y de las depuradoras de Lamiako y Galindo. Además de futuros proyecto para mejorar la limpieza de la ría.

JUAN CARLOS PÉREZ, PESCADOR AFICIONADO

Era un día cualquier de pesca, pero, para Juan Carlos Pérez, un pescador aficionado de Basauri, se convirtió en una jornada especial. El mérito, capturar una lubina de ocho kilos y 100 gramos.

¿Qué pensó nada más sacar semejante bicho?

Que no era normal. Se habían sacado de 4 ó 5 kilos, pero de ocho, y en la ría, hasta ahora era muy raro.

Muchos años sin pesca...

Me acuerdo que cuando era crío, con 10 ó 12 años, salían bastantes especies, pero después la cosa se degradó y ha habido mucho años en lo que no pescaba nada.

¿Qué especies ha capturado últimamente?

Lo más normal son los salmonetes, rodaballos, doradas.... Hasta lenguados y congrios he pescado alguna vez. Y eso sí que no era normal.

¿Y se puede comer todo?

Claro, claro. La lubina la hemos cocinado y ha estado impresionante. Pero como todo lo que vamos pescando.

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