Dos adolescentes y su padre fueron encontrados muertos a tiros hoy en su domicilio de la localidad de Canhoes, cerca de Perpiñán (sur de Francia), en lo que, según los primeros elementos de la investigación, parece un acto desesperado del progenitor, indicaron fuentes judiciales.

Los cuerpos sin vida de los hijos -un chico de 12 años y una chica de 15- se encontraban en un sofá de la vivienda, mientras que el del padre, un pintor de 40 años, estaba tendido en su cama con un fusil cerca de él, de acuerdo con las fuentes.

Los policías han concluido que los tres fallecieron por los tiros que recibieron a bocajarro de un arma del calibre 12. La alerta la dio a los bomberos una persona que llamó a la casa y se extrañó de no obtener respuesta. El fiscal de Perpiñán acudió por la mañana al lugar de los hechos para esclarecer lo ocurrido.