Bullying, acoso a los profesores, despendole... Las aulas vascas andan revueltas, y el Departamento de Educación está decidido a poner orden en ellas. Ha modificado la Ley de la Escuela Pública Vasca para dar más poder a los directores de los centros escolares de infantil, primaria, secundaria y formación profesional.

Éstos podrán expulsar a los alumnos por mal comportamiento o por violar las normas del centro. La renovación comenzará a tener efectos el próximo curso, y estará 100% establecida en el ejercicio 2009-2010. Así, los directores tendrán más poder en los centros públicos, donde estudia casi la mitad del alumnado vasco.

Tendrán la posibilidad de «imponer medidas correctoras» si los estudiantes incumplen la normativa vigente. El margen de actuación de un director podrá ir de la amonestación verbal al alumno a la expulsión definitiva.

Otras fórmulas son cambiar al estudiante de clase o mandarle unos días a casa. Son medidas recogidas en el Decreto de Derechos y Deberes del Alumno. Los directores tendrán más poder, y también más salario. La modificación de la Ley de la Escuela Pública recoge un sobresueldo a quien ejerza este cargo.

La cuantía del plus está por determinar. «Se ha recogido nuestra demanda de mayor reconocimiento social y profesional a nuestro trabajo», señala Xabier Mendizabal, presidente de la asociación de directores de secundaria.

Y hay más novedades. Al director ya no le elegirá el Consejo Escolar, sino una comisión compuesta por personal del Departamento de Educación, profesores, alumnos y padres.

Este organismo realizará una evaluación del director al término de su mandato. Si aprueba, la renovación es automática. Si no, nuevas elecciones. El cargo dura 4 años y las reelecciones son infinitas.

En los concertados manda el consejo

Los colegios concertados en Euskadi tienen otro sistema distinto para elegir a sus directores. En éstos, el Consejo Escolar debe votar al candidato por mayoría absoluta. Este organismo presente en todos los centros de pago acoge a representantes de profesores, alumnos, ayuntamiento de la localidad, personal no docente y titulares (dueños) del colegio.

El mandato de un director en la red concertada dura tres años. Después, puede ser reelegido.

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