"Te quiero como persona y como artista, por ese talento que llevas dentro"; "tienes muy buena garganta, persevera y no te rindas"; "eres una gran profesional y una gran amiga. Gracias por haber estado con nosotros"; "que el futuro te sea de rosa". Con estas palabras de cariño entregaba Dolores Abril el diploma a cada uno de sus alumnos el último día del curso.

Y es que la viuda de Juanito Valderrama puso en marcha en febrero un taller de copla en Espartinas (donde vive) y desde entonces está volcada en unas clases que le han devuelto la ilusión. "Tenía la idea de dar clases hace tiempo. Desde que murió Juan lo dejé todo. Esto me ha ilusionado mucho, me sirve de terapia", cuenta a 20 minutos.

Empezó con tres personas y ahora hay nueve. "Aquí no hay distinciones de edad ni sexo. Viene todo el que le guste cantar". Siete mujeres y dos hombres. La alumna más joven tiene 11 años. La mayor, 61. "Tienen muy buena voz. Aquí les enseño a sacar la garganta, a usarla bien, a vocalizar. Y les animo a seguir".

Todos hablan maravillas de su maestra. "Es muy buena y cariñosa, muy paciente. Te corrige, te da consejos...", dice Carmen María Rodríguez, de 21 años, cantante. "La queremos muchísimo", añade su tocaya, Dolores, de 58 años.

Ese cariño que le tienen se lo demostraron el último día de clase, con una fiesta sorpresa. ¿Deberes para el verano? "No les pongo. Que descansen mucho y canten en casa".

La delegación de Cultura del Ayuntamiento de Espartinas apoyó desde el principio el taller de Dolores. Por eso le cedieron un aula en la Casa de las Monjas. "El edificio lo rehabilitamos hace un año y, para darle más vida, su idea nos pareció estupenda. Lo que nació como proyecto piloto ha tenido éxito. Y hay más interesados. El curso que viene se tendrán que hacer dos grupos", dice Elena Romero, concejala de Cultura.

Mientras, Dolores lee la tarjeta del ramo de flores: "Para la más bella flor de parte de tus alumnos. ¡Esto te da la vida!".

Carmen González. 11 años. Estudiante. "Yo vengo desde Cartaya. No me importa el viaje porque aquí me lo paso muy bien. Dolores es muy buena profesora. Me corrige, me dice que soy una artista. De mayor quiero ser cantante y maestra".

Ángel Díaz. 28 años. Cantante. "Dolores es primero persona y luego artista. Le doy un diez como maestra. Me dice que tengo voz de tenor, que soy todo un profesional. Creo que los demás Ayuntamientos deberían apoyar oportunidades como ésta".

Ángeles Rodríguez. 61 años. Ama de casa. "Vine para quitarme esa espinita que tenía de joven de no haber podido aprender a cantar. Dolores tiene una forma de ser dulce y maravillosa. Enseguida te da confianza".

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