Ver imágenes violentas en televisión o pensar en nuestra propia muerte, nos abre el apetito. Ésta es la conclusión de un estudio elaborado por la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, que ha sido publicado en la Journal of Consumer Research y que recoge el diario ABC.
La investigación demuestra que este tipo de imágenes nos hacen consumir todo tipo de alimentos para combatir el sentimiento de que nuestra vida va a acabar.
Además, las personas que tienen una menor autoestima son propensas a consumir más después de este tipo de pensamientos.
En el estudio participaron personas nacidas en Europa y Estados Unidos a las que, entre otras cosas, se les pedía que escribieran cómo se sentían después de pensar en la muerte.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios