Afirma que su sobrina confundió "bromas cariñosas" con abusos sexuales

  • Su sobrina le denuncia por haber abusado sexualmente de ella durante al menos diez años, desde los doce.
  • El tío achaca la denuncia a los problemas de ansiedad que sufría la víctima por los fracasos universitarios que arrastraba.
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La Audiencia Provincial de Pontevedra ha juzgado esta mañana a un vecino de la ciudad acusado de agredir sexualmente a su sobrina durante al menos
diez años, desde que esta contaba con 12 años de edad en adelante, que declaró que se trataba de simples "bromas".
No tiene nada de simpático que un hombre meta su mano debajo de la ropa de una joven

Durante la vista oral, el acusado se declaró inocente e insistió en que su sobrina había confundido "bromas cariñosas" con abusos, achacando esta actitud a los problemas de ansiedad que sufría la víctima por los fracasos universitarios que arrastraba. Además, en el juicio se indicó que ésta "malinterpretó y sexualizó un comportamiento que solo era una broma", ya que, según la abogada defensora, su tío es "una persona muy abierta, cariñosa y con una forma de hablar muy afectiva con todo el mundo".

El juicio se celebró en la Sección Segunda de la Audiencia provincial a puerta cerrada, aunque el tribunal permitió que los medios de comunicación pudieran escuchar la declaración de los psicólogos y psiquiatras que analizaron a la víctima. Éstos confirmaron que versión de la joven "es altamente creíble" y que es "evidente el daño causado por los abusos sufridos".

Los hechos que se juzgaron hoy comenzaron, según la víctima, en 1993, cuando se fue a vivir temporalmente con sus abuelos en un edificio que compartían con el acusado, tío de la joven. Desde entonces y hasta 2004, los abusos sexuales fueron habituales. "Es evidente que la joven sufría un fuerte stress post traumático debido a lo vivido. Esto le provocó ansiedad y depresión que todavía hoy, padece", subrayó uno de los psicólogos.

El fiscal decidió finalmente modificar el escrito de acusación inicial y rebajar la condena de los 32 años que solicitaba inicialmente a ocho años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual continuada en el tiempo, aplicando las leyes vigentes en la época en la que ocurrieron los hechos.

Tocamientos sexuales

"La víctima nos explicó en este juicio que no podía recordar fechas pero sí cómo eran los abusos habituales. No se pueden calificar como bromas tal y como intenta hacernos creer el acusado, o como chistes, porque no tiene nada de simpático que un hombre meta su mano debajo de la ropa de una joven para realizarle tocamientos sexuales. Eso traumatizó su vida", concluyó la fiscal, Paulina González.

La defensa, por su parte, pidió la libre absolución, ya que considera que la joven atravesaba una mala época en el momento en el que denunció los hechos, "llevaba más de diez años intentando aprobar la carrera de Derecho y eso pudo provocarle una tensión que hizo que confundiera una broma cariñosa con abusos". Por su parte, la acusación particular elevó la petición de cárcel hasta casi los 30 años de prisión.

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