Los insultos y los gritos han acaparado el protagonismo en el juicio desarrollado contra cinco miembros del conocido como "clan de los Monchines", acusados de injurias y desórdenes públicos cometidos contra la abogada Doris Benegas en otro juicio.

Ha sido poco antes de las 10.00 horas cuando los denunciados, que se encuentran encarcelados, han acudido a los pasillos del edificio de los Juzgados de Valladolid con los guardias civiles encargados de su custodia.

A la llegada de los denunciados al juicio, al que habían acudido para seguir la vista cerca de medio centenar de personas, se han escuchado gritos de "asesinos", a los que se han sumado diversos insultos, una situación que han controlado los agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

Poco después, la Policía ha desalojado de los pasillos al grupo que permanecía a la espera del final del juicio, celebrado por el Juzgado de Instrucción número 2 en una sala de pequeñas dimensiones a la que no ha podido acceder la prensa ni la mayoría del público.

Insultos en otro juicio

La vista se ha desarrollado después de que la abogada Doris Benegas denunciara que los cinco integrantes de esta familia la insultaron en otra vista oral en abril de 2007.

Ha sido el decano del Colegio de Abogados de Valladolid, Enrique Sanz Fernández Lomana, quien ha representado a Doris Benegas, para "preservar la independencia de los abogados y el legítimo ejercicio del derecho de defensa", tras atender "la solicitud de amparo formulada por la letrada", según fuentes del Colegio.

El letrado ha pedido el pago de una multa de 8.000 euros - veinte días a razón de cuatrocientos euros diarios - por una falta de injurias, y de multa de 12.000 euros -treinta días de multa a razón de 400 euros al día- por una falta de alteración del orden público.

La defensa

El abogado que representa a los denunciados, Francisco Gómez Llorente, ha explicado a los periodistas que los encausados han negado las acusaciones contra ellos y en concreto Salvador R.L. ha dicho que se encontraba dormitando cuando ocurrieron los hechos y salió de la Sala cuando lo ordenó el juez.

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