La presión extranjera y los planes antiterroristas son los condicionantes que han motivado este incremento de agentes que permanecerán operativos hasta el próximo 30 de septiembre. El anuncio de la administración central llega, no obstante, en un momento de tensión policial provocado por el conflicto colectivo planteado de forma unánime por todos los sindicatos para forzar a que el Ministerio atienda sus demandas, centradas, sobre todo, en las diferencias salariales existentes entre la Policía Nacional y los Cuerpos autónomas tales como los Mossos de Esquadra o la Ertzaintza.

En Ceuta esto significó ayer los primeros episodios de presión materializados, sobre todo, en los problemas que se registraron en la frontera ante las largas colas de vehículos y personas que se organizaron en Castillejos. Los agentes cumplían estrictamente con su trabajo mirando vehículo por vehículo, pasaporte por pasaporte y trabajando única y exclusivamente al recibir órdenes por escrito.

Una situación que generó retrasos, colas y bloqueos pero no sólo en la frontera, sino también en el puerto y en el resto de la ciudad.

Y esto es así porque con un conflicto colectivo encima de la mesa se cumple estrictamente con lo dispuesto, es decir, cada detenido debe ir acompañado de dos agentes, no puede mezclarse en el mismo vehículo policías y mercancía, se trabaja solamente a requerimiento y se comprueba antes cada paso que se da. Así, por ejemplo, si se produce una llamada a la central, se comprueba antes su veracidad para, después, atenderla y en cada paso que se da se cumplen todos los trámites que se deben.

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