Steve Earle: “No tengo remedio, soy un soñador”

Steve Earle
Steve Earle
Archivo
Steve Earle

Contribuyó a la campaña organizada por buena parte de los artistas más destacados de la escena norteamericana para desalojar a George Bush de la Casa Blanca con un disco furioso y rugiente, lleno de canciones vibrantes, rápidas y potentes con letras en las que el veterano bardo de Virginia no se cortaba un pelo, mandando a hacer puñetas a sacrosantas instituciones yanquis como la CIA, el FBI o la propia nación americana “The revolution starts now”, un álbum grabado en apenas un par de días, mostraba a un Steve Earle realmente cabreado. Las cosas no fueron como esperaba, pero las aguas parecen haber vuelto de alguna manera a su cauce en el ánimo de este afilado cantautor eléctrico, responsable de una discografía impecable que ahora se completa con “Washington square serenade”.

No exento de compromiso y crítica, su espléndido nuevo álbum es más amable y positivo, en buena medida porque es reflejo de la estabilidad y felicidad que le ha proporcionado su matrimonio con la también muy recomendable cantautora Alison Moorer.

“The revolution starts now” y este nuevo “Washington Square serenade” muestran dos estados de ánimo muy distintos ¿cómo han ido las cosas en estos tres últimos años?

Las cosas han cambiado mucho desde que escribí “The revolution starts now”. Desafortunadamente, en mi país, y, en consecuencia, en otras partes del mundo, como Irak, las cosas han ido claramente a peor, y eso es algo que me produce indudablemente una gran frustración. Creo que os fue bastante mejor en vuestro país, a pesar del atentado de los trenes… al menos tenéis un gobierno que ha asumido algunos compromisos que considero fundamentales, como el de oponerse a la guerra… En Estados Unidos, a pesar de las muchas voces que claman contra esa pesadilla, nuestro gobierno insiste en su error. Sin embargo, al mismo tiempo mi vida ha dado un giro muy positivo y me encuentro muy feliz ahora mismo. Creo que el disco refleja esas dos situaciones.

En el álbum hay canciones de amor, pero tampoco olvidas tu faceta política…

- Nunca he dejado de hacer canciones políticas, si así las quieres llamar. Creo que forma parte de mí como artista, y siempre tendré algo que contar mientras siga viendo cosas que me parecen injustas. Cuando me pongo a escribir canciones tengo que encontrar un equilibrio entre lo que quiero escribir y lo que necesito escribir, que a veces es algo sobre lo que no tengo un control absoluto…

¿Crees que el arte y la implicación política o social son indisociables?

En cierto modo sí, y eso no significa que critique a los músicos pop cuyas letras hablan de amor o de dar un paseo por el campo… por supuesto, también soy capaz de disfrutar de ese tipo de canciones. Sin embargo, pienso que la música, el arte en general, siempre tiene un contexto, y ese contexto tiene todo tipo de implicaciones, también sociales y políticas. La Tierra, tu país, tu ciudad, tu vecindario… aquí es donde estás, y todo lo que te rodea te influye de alguna manera.

¿Es eso contradictorio con una visión digamos más comercial de la música?

Hacer dinero con la música me parece legítimo, aunque no creo que deba ser la principal motivación. No seré yo, de cualquier manera, el que juzgue quién hace música por dinero y quién lo hace por otros motivos…

¿Consideras un fracaso la campaña en la que tanto te implicaste para apoyar el cambio de gobierno?

En cierto modo fue un fracaso, claro, porque no conseguimos nuestro principal objetivo. Sin embargo, no lo considero una pérdida de tiempo, ni mucho menos. Creo que sirvió al menos para hacer pensar un poco a la gente, o a alguna gente.

¿Sirve el rock para cambiar el mundo?

No tengo remedio, soy un soñador. Creo que básicamente la humanidad es buena, que tenemos enormes posibilidades de ser mucho mejores y sí, creo que cada uno en su parcela puede aportar algo. No es que el rock vaya a cambiar el mundo, como dices, pero puede poner su propio granito de arena.

Hablas a menudo de lo a disgusto que estás con tu país, ¿se ven las cosas de forma diferente desde Nueva York, donde vives ahora?

Nueva York es una especie de oasis en los Estados Unidos. Efectivamente, me vine a esta ciudad porque América resulta asfixiante a menudo, y aquí se respira un aire diferente. Aquí hay gente de todo el mundo y hay espacio para todas las opciones.

Precisamente en Nueva York está afincado el grupo brasileño Forro in The Dark, cuya participación en el disco es una de sus sorpresas...

Me ha encantado trabajar con ellos… reflejan muy bien ese espíritu abierto y plural del que te hablaba

Otra de esas sorpresas es la versión de “Way down in the hole”, de Tom Waits. Supongo que habrá supuesto todo un reto, ¿no?

Sí, desde luego, un reto que asumí con todo el respeto del mundo, pero sin ningún temor. Tom es uno de los mejores músicos de la música popular americana de los últimos treinta años, uno de los músicos más profundos y auténticos. Estoy contento con esa versión.

¿La ha escuchado el propio Waits?

La verdad es que no lo sé, pero si lo ha hecho me gustaría saber su opinión.

Es una versión muy tuya

Sí, la canción encaja muy bien en mi repertorio y me gusta que las versiones tengan algo de la personalidad del que las hace… desde luego era intencionado y si el resultado es ese, me alegro de que sea así.

POP MADRID

Mostrar comentarios

Códigos Descuento