De la cárcel... a teleoperadores

  • 44 reclusos han recibido su título de teleoperadores.
  • Son presos con condenas por tráfico de drogas y presos.
  • Recalcan que lo más positivo del programa es que les ayudan a encontrar trabajo.
Paco, en Icade, recogiendo su título de teleoperador. (JORGE PARÍS)
Paco, en Icade, recogiendo su título de teleoperador. (JORGE PARÍS)
JORGE PARÍS
Paco, en Icade, recogiendo su título de teleoperador. (JORGE PARÍS)

A partir de ahora cuando llame a un servicio de información, al otro lado del teléfono puede constestarle un ex presidiario. «¿Miedo? No es la sociedad la que tiene que tener miedo. Miedo tengo yo, que para mí todo es nuevo y no conozco a nadie», asegura Paco, madrileño, «gato, gato». Tiene 50 años y los últimos 12 los ha pasado en prisión. Antes fue profesor de informática. Ayer recibió su título de teleoperador.

Como él, otros 43 reclusos del Centro Penitenciario de Madrid III-Valdemoro y del Centro de Inserción Social Victoria Kent han recibido un curso de 220 horas de formación de teleoperadores en el Instituto de Posgrado y Formación Continua de ICADE, gracias al programa de becas de la Obra Social La Caixa.

La mayoría tienen condenas por tráfico de drogas o robos y acabaron en la cárcel por se agarrarse a un clavo ardiendo con la esperanza de salir de la pobreza. Son, como los definen los organizadores de esta iniciativa, «delincuentes accidentales». En unos meses saldrán a la calle.

«Ya tengo trabajo»

Ayer todos lucían sus mejores galas. Se miraban y sonreían, cómplices... y nerviosos. Lo normal en cualquier ceremonia de graduación.

«Me he sentido muy realizado al poder ampliar mis conocimientos», contaba Wilmer. Colombiano de 40 años, dice que las nociones de psicología que ha recibido en el curso le servirán de ayuda para Turismo, carrera que estudia por la Uned.

Emilio es otro de los presidiarios que ayer recibió su título de teleoperador, pero para él no era el primero. En los más de 20 años que lleva en la cárcel, también ha estudiado mecánica y un curso de monitor de tiempo libre

Muchos coinciden en que lo mejor de esta iniciativa es que les ayudan a buscar trabajo. Es el caso de Lorenza, dominicana de 35 años: «Yo ya tengo un contrato para cuando salga en septiembre».

«Gracias a este curso, quizá en el futuro pueda poner mi propio negocio». Es el sueño de Crisa, hondureña de 28 años. Saldrá a la calle en noviembre, donde espera poder ofrecer un buen futuro a su hija de dos años».

Mostrar comentarios

Códigos Descuento