El coordinador del proyecto, José Luis Sánchez López, director del Instituto de Acuicultura recordó en un comunicado de la USC que Galicia vivió una época de esplendor en el cultivo de la ostra, como demuestra el hecho de que "llegó a haber hasta 800 puntos de cultivo en toda la Comunidad, mientras que en la actualidad no llegan a cien".

Explicó que fue a mediados del siglo XX cuando empezó a disminuir, "debido a la sobreexplotación del molusco y también a la importación masiva, tanto de semilla como de larvas, desde países como Francia, con la consecuente aparición de enfermedades que redujeron las poblaciones naturales gallegas".

Para Sánchez López, "el problema radica en el déficit de conocimiento que hay en este campo, por lo que urge conocer en qué condiciones se deben poner los progenitores para optimizar el desarrollo de la producción, es decir, para poder disponer de larvas fuera de su ciclo natural".

La finalidad de esta investigación es conseguir pasar de forma gradual de las condiciones propias del invierno (momento en que las ostras no se reproducen) a las del verano, y hacerlo adecuadamente, "sin causarles estrés". Otro de los retos de los investigadores es poder controlar las poblaciones bacterianas asociadas al cultivo de la ostra, y evitar las frecuentes muertes masivas que se producen en los criaderos.

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