La flota cántabra, reunida esta mañana en asamblea, acordó volver a faenar después de una semana amarrada a puerto en protesta por los precios del gasóleo. Aunque no les satisfacen las medidas ofertadas por el Ministerio y, en principio, pensaban seguir amarrados, finalmente volverán a la mar con las esperanzas puestas en la costera del bonito, para ver si contribuye a paliar la crisis del sector.
El resto de la flota, los barcos pequeños y de artes artesanales, saldrán ya mañana a faenar. Las peticiones de estos barcos han sido precisamente las que han pesado en buena medida para acordar volver a la mar. Y es que, según explicó Vinatea, el impacto del precio del gasóleo
En cualquier caso, insistió en que salir a pescar con los actuales precios del gasóleo genera pérdidas. "Vamos a probar a ver, pero esto es pan para hoy y hambre para mañana", añadió Vinatea.
Sin embargo, los resultados de la costera de bonito se pueden ver perjudicados por las importaciones. Según dijo, ya se está viendo bonito, cuando los barcos ni siquiera han comenzado la costera, y abogó por la adopción de medidas ante las importaciones para asegurar así que el bonito de la flota local "valga algo".
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