Se trata de una de las mejores cifras de la década y la mejor de los últimos cinco años, con casi 800 hectómetros cúbicos más de agua que en el promedio de los años 2003 a 2007. Además, la reserva sigue aumentando por las últimas lluvias recogidas. Una situación excepcional en esta época del año en la que la cantidad de agua tradicionalmente disminuye.

Por otra parte, la situación podría continuar mejorando si se atiende a la cantidad de nieve acumulada. Se estima que todavía hay 253,5 hectómetros cúbicos de agua en las montañas. Una cifra también inusual en esta época del año y que supera el promedio de los últimos cinco años.

Por zonas, el Eje del Ebro es el que más ha aumentado, un 2,7%, y ya están al 94,5% gracias a que han recogido el agua de la última crecida. En la margen derecha también han aumentado las reservas un 1,9% y ve mejorada su situación global, alcanzando el 74,7%. En la margen izquierda los pantanos han aumentado un 1% la cantidad almacenada y se sitúan en al 78%.

Propio de la crecida del Ebro, los embalses de Ribarroja y Mequinenza son los que más agua han acumulado, en especial este último que ha aumentado 53 hectómetros cúbicos la cantidad de agua acumulada, a pesar de que ha desembalsado 295,8 hectómetros cúbicos.

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