La recuperación del Castell de Montjuïc para los ciudadanos de Barcelona es una realidad. El futuro del emplazamiento militar se pinta con menos cañones y más celebraciones como la de este domingo.

Miles de barceloneses colapsaron los accesos a la fortaleza para no perderse la celebración, con 'castellers', 'gegants', 'trabucaires' y una fideuá popular.

El colofón, a la seis de la tarde, lo puso el recital del cantautor valenciano Raimon en el fossar de Santa Eulàlia, el lugar en el que fue fusilado el president Lluís Companys en el año 1940.

Las cuatro gotas que cayeron durante la mañana no hicieron desistir a los barceloneses de subir a la montaña de Montjuïc y participar en los talleres organizados, en las visitas al recinto amurallado y al patio de armas y de las exposiciones temáticas.

La muestra titulada Barcelona té castell! repasa cinco siglos de historia de la fortaleza hasta el próximo mes de septiembre, la trayectoria de una de las fortificaciones "más impresionantes de Europa", según afirmó a los asistentes el alcalde de la ciudad.

Un grupo de una decena de niños han sido los depositarios de las llaves del castillo de manos del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, en el acto oficial que ha dado paso a las celebraciones multitudinarias.

El castillo pasará de ahora en adelante por un proceso de musealización que permitirá recorrer espacios hasta ahora escondidos: baluartes, caminos tapados, atalayas y las colecciones custodiadas en su interior.

Las instalaciones y los accesos a pie y en coche particular al castillo han estado llenos durante gran parte del día, a pesar del refuerzo en el servicio de transporte público, que ha sido gratuito.

Un futuro marcado por la Paz

Además de ser un equipamiento municipal ganado para Barcelona, el papel del Castell de Montjuïc estará muy relacionado como futura sede del Centre Internacional per la Pau. Según ha afirmado el alcalde Hereu, pronto se constituirá el consorcio de esta entidad, que estará formado por diversos ministerios, entre ellos el de Defensa (el antiguo propietario del recinto militar), la Generalitat, el Ajuntament y diversas organizaciones que trabajan para la Paz.

La presidencia la ostentará el consistorio barcelonés. El centro para la Paz impulsará el diálogo, la formación y la investigación en la prevención, la gestión y la resolución de conflictos y en la cultura de la Paz.