Cuando Michelle Obama dijo hace unos meses que alguien que no puede dirigir su propia casa, "no podrá tampoco dirigir la Casa Blanca" se refería, sin duda, a Hillary Clinton y a lo que vivió su matrimonio con el 'caso Lewinsky'. Seguramente no pensará lo mismo sobre el gobernador republicano de California, Arnold Schwarzenegger.
Lo que pasa en Villa Bella Vista, residencia del ex actor y ahora político, no es un problema de discrepancias matrimoniales, sino todo un ejemplo de buena salud política. Él, miembro del Partido Republicano, apoya la candidatura de John Mc Cain. Ella, Maria Shriver, dijo hace meses que iba con Obama.
Una hija de ambos desequilibra la 'pelea'
Pero ahí no queda todo: tal y como publica el diario New York Times, la entrada de la residencia del matrimonio es un vivo ejemplo de lo que debe pasar de puertas adentro: arriba, un cartel electoral del candidato demócrata. Abajo, aunque más grande, otro del republicano.
"Yo crecí creyendo que sólo hay una forma de pensar, y no es así", añade Shriver. Por cierto, la pelea está desequilibrada: la única hija que tiene derecho a voto de los cuatro que tiene el matrimonio va con Obama.
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