Es una forma de llamar más la atención, pero con este gesto queremos hacer ver lo desprotegidos que nos sentimos los ciclistas cuando circulamos por la ciudad.

Entonces, ¿la gente llega y se quita la ropa sin más?

Sé que ese primer momento de desnudarse es el peor, pero después pierdes la vergüenza y sólo piensas en lo que quieres conseguir. Además, pedalear desnudo te hace sentir muy libre. No considero que el desnudo sea malo ni tenga que dar vergüenza a nadie.

¿Cuántos apoyaron la protesta ciclonudista de 2007?

Acudieron 25. De ellos dos eran chicas y los demás chicos. Este año esperamos superar ese número y llegar a los cincuenta manifestantes.

¿Y por qué tan pocas chicas?

La mirada masculina sigue intimidando mucho a las mujeres. Esto hace que las chicas se lo piensen más. Además, temen por la presencia de mirones entre los espectadores de la protesta.

¿Qué actitud asume la gente que les ve protestando?

Muchas. La mayoría nos aplaudió el año pasado por la iniciativa, pero otros nos insultaron y nos llamaron «estos son unos cerdos rojos». Me quedo con lo bueno.

Entonces, ¿mañana y sin ropa a las 11.30 horas?

Sí, pero también nos pintaremos mensajes por todo el cuerpo.