Agentes de Policía Local inspeccionaron a su vez otro local del detenido en el que vendía combustible, comida, bebidas alcohólicas y tabaco de importación sin ningún tipo de licencia ni permiso.
El imputado guardaba dentro de un garaje en la calle María Teresa de León 1.700 litros de gasoil en contenedores no autorizados como garrafas de 25 y 50 litros, un bidón de 100 litros y un depósito de 1.000 litros de capacidad.
Junto a ellos, los agentes encontraron una bomba eléctrica con la que se succionaba el carburante que estaba conectada de forma artesanal a una batería eléctrica sin ningún tipo de medida de seguridad con el consiguiente peligro de ignición.
La actuación policial se inició cuando dotaciones de paisano de la Policía Local fueron alertadas de la posibilidad del almacenaje ilegal de combustible o actividad ilícita con derivados del petróleo en una vivienda de la calle María Teresa de León, ya que en la zona había restos de combustible en la calzada y el garaje emanaba un fuerte olor a gasóleo.
"Rápidos repostajes"
En el seguimiento del garaje, los agentes comprobaron como vehículos hacían "rápidos repostajes" y como había un constante trasiego de garrafas. A raíz de esos indicios se precipitó el operativo que comprobó la existencia de las instalaciones ilegales en el garaje, con la presencia de los bomberos para garantizar la seguridad de la operación.
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