Ningún pensionista en Euskadi cobrará menos del actual sueldo medio interprofesional (SMI), que está fijado en 700 euros al mes, multiplicado por doce pagas, por año.

El Ejecutivo autónomo calcula que 20.782 pensionistas se beneficiarán de esta modificación.

Quedan excluidos aquelos que tengan un patrimonio cuyo valor supera cuatro veces la Renta Básica (unos 700 euros) que les correspondería anualmente. La medida supondrá un gasto anual de 24,77 millones de euros al Gobierno.

Aunque corresponde al Gobierno central fijar la cuantía de las pensiones, el Ejecutivo autónomo puede, a través de una ley, elevar esos ingresos, ya que, según el consejero de Justicia, Trabajo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga. Las actuales pagas "resultan indignas para nuestros mayores".

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