Aunque el sueldo es más bajo de lo esperado, la UMA lo achaca a que la estadística sólo se circunscribe a los primeros seis meses tras lograr el diploma, la estabilidad sí que supera el dictado del mercado actual. Estos ex alumnos alcanzan un contrato indefinido en el 28% de los casos, cuando la tasa general en la provincia no supera el 10.
Inserción laboral
- Dato general. La UMA puede sacar pecho: el 81% han trabajado o trabajan desde que finalizaron sus estudios. Y la brecha entre mujeres y hombres no es demasiado significativa: 86% frente al 77 de ellas.
- Trabajan en la actualidad. Cinco carreras tienen a todos los titulados con empleo, sobre todo, en las ingenierías e Informática. Pero el nivel más bajo de inserción lo soportan geógrafos, filósofos, licenciados en comunicación audiovisual o matemáticos.
- En lo que estudiaron. El 100% de los que ejercen o ejercieron en lo suyo se empaparon libros de Enfermería y de las citadas ingenierías e Informática. En este apartado, los que completaron algunas carreras de Humanidades vuelven a ofrecer los peores datos de inserción y se añaden a químicos, matemáticos o profesores (de Educación Física y Primaria).
LOGRAN UN EMPLEO. En sólo tres meses. Además, la mayoría (más del 70%) tarda menos de tres meses en encontrar trabajo y sólo a una insignificante mayoría (3%) se le pide un mayor nivel formativo.
LOS PARADOS. La mayoría oposita. Son mayoría los que continúan su formación en cursos de posgrado u otras carreras (más del 40%), aunque le siguen muy de cerca los que optan por preparase una oposición (casi el 40%). En torno al 20% está buscando empleo.
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