Manuel Tenorio, director del Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno explicó que el material quemado ayer fue previamente analizado y "se han enviado más de mil informes, de los cuales una parte son los pequeños alijos que tiene un expediente administrativo y otra parte más numerosa tiene abiertos procedimientos judiciales", en palabras de Triano. La droga incinerada ayer es en un 99 por ciento resina de haschís. De las 2,4 toneladas incautadas en los últimos tres meses "sólo hay 30 gramos de heroína, 50 ó 60 gramos de especialidades farmacéuticas y 50 gramos de cocaína", contabilizó Tenorio. De los 2.416 kilos, prácticamente 2.415 eran haschís y derivados del mismo estupefaciente.
El director del Área de Sanidad recordó la labor que se desarrolla dentro de su departamento, recibiendo los alijos, pesándolos, catalogándolos y analizándolos, de modo que se proporcione al poder judicial a través de los informes periciales todos aquellos datos que van a servir para que cada narcotraficante reciba el castigo que merece".
La incineración resulta "necesaria" ya que "llega el tiempo del calor y queremos evitar todos los riegos para nuestros campos cercanos", dijo Tenorio. En estos tres meses se han realizado 1.352 decomisos de droga y se han localizado 1.198 alijos. Tenorio explicó que para juzgar a los narcotraficantes "todo tiene que estar bien fundamentado". El director del Área de Salud de la Delegación del Gobierno condenó la actividad de "aquellas personas que, sin escrúpulos, trafican contra la salud humana".
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