A 30 de junio, según los datos de Lamela, la lista de espera estructural estaba formada por 9.250 personas. Ninguno de esos pacientes tendrá que esperar más de un mes hasta ser sometido a la intervención quirúrgica prescrita por su especialista.

Sin embargo, en esa lista no están los 12.540 enfermos que no han culminado aún el tratamiento preoperatorio o que esperan el visto bueno definitivo del anestesista ni los 5.882 que, en su derecho, rechazaron ser derivados a un hospital privado concertado y prefirieron esperar su turno en la sanidad pública.

De esta manera, la cifra real de pacientes que esperan para ser operados en la comunidad es de 27.672, casi el triple de los que están en la lista de espera estructural de Sanidad. Sólo para estos últimos la demora es inferior a 30 días. El 66% restante sigue otra pauta.

Según los datos de la Comunidad, desde que comenzó el plan integral de reducción de lista de espera quirúrgica, la demora máxima ha pasado de 267 días en marzo de 2004 a 30 en junio de este año. Las operaciones, por su parte, han crecido desde las 66.733 realizadas en el segundo trimestre del año pasado a las 75.673 de éste.

«Ingeniería contable»

El portavoz de IU en Madrid, Fernando Marín, atribuyó ayer a «la creativa y eficaz  ingeniería contable» del Gobierno regional el anuncio del consejero Lamela y reclamó una mayor inversión de recursos para alcanzar «una  solución real y duradera» al problema de las listas de espera. El diputado socialista Eduardo Sánchez Gatell dijo, por su parte, que «estamos ante un engaño indudable» y una «enorme mentira» de la Comunidad.

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