Como las novelas de Agatha Cristhie. La Audiencia Provincial de Vizcaya ha sobreseído el caso contra una mujer acusada de envenenar a su madre para recibir su copiosa herencia. El tribunal no ha encontrado pruebas contra ella, pero la mujer ha pasado año y medio en prisión.

La acusada, M. S. B., fue detenida en el verano de 2004. La historia tiene como escenario una casa en el selecto barrio de Neguri, en Getxo (Vizcaya). Una empleada de hogar descubrió una extraña sustancia en uno de los bollos de mantequilla que la madre, de 78 años, comía cada mañana. La asistenta encontró restos de esa sustancia en la boca de la anciana, y alarmada, dio aviso a la Ertzaintza.

Las investigaciones concluyeron que esa sustancia era mercurio, y que había sido administrada en "cantidades letales". La pareja de la acusada, que en aquel tiempo tenía 52 años, tenía conocimientos químicos. Además, la Policía descubrió que la hija había falsificado el carné de identidad de la madre, poniendo su foto sobre la original.

Estos hechos abundaron en la hipótesis de que todo era una estrategia maquiavélica para hacerse con la herencia de la madre.

La hija, M. S. B., fue detenida y lleva a la prisión de Nanclares de la Oca (Álava). En los permisos penitenciarios, la reclusa se reunió con la madre, pese a tener en vigor una orden de alejamiento. Esto complicó más el caso, pues se le sumaron más meses de cárcel por violación de la orden de alejamiento.

Nunca llegó a celebrarse el juicio, aunque en las diligencias previas, la defensa de M. S. B. defendió que la anciana producía por sí misma mercurio, y que una intoxicación por este metal pesado nunca podría llegar a ser mortal.

Finalmente, la acusación particular se retiró del caso y el Ministerio Fiscal propso el sobreseimiento del caso. La Audiencia vizcaína ha decidio archivar el caso, y M. S. B. ha podido salir de prisión.