La Asociación El Refugio ha manifestado que dos veterinarios de la perrera de Puerto Real declararon haber inyectado paralizantes a los animales sacrificados en dicha perrera y señaló que ya son siete las personas imputadas en el caso.

En un comunicado, El Refugio añadió que además, uno de los agentes del Seprona declaró que en las cubetas de residuos peligrosos de la perrera de Puerto Real había 53 ampollas vacías del fármaco mioflex y que no había ningún tipo de anestésicos. Asimismo, añadió que "cuando le preguntaron al veterinario titular que utilizaba para la práctica de la eutanasia le respondió que utilizaba mioflex".

En este sentido, indicó que, según se puede leer en las declaraciones de ambos veterinarios, dicen que inyectaban mioflex en los animales una vez muertos con el objetivo de romper el rigor mortis, es decir, para evitar que estuviesen rígidos.

Según El Refugio, "esta declaración es científicamente falsa, ya que según un informe del Colegio de Veterinarios de Cádiz, cuando un animal esta muerto no tiene circulación sanguínea y cualquier fármaco que se le inyecte no produce ningún efecto porque se queda en el punto de inoculación".

El proceso, abierto en el Juzgado número dos de Puerto Real por un presunto delito de maltrato animal, denuncia falsa y falsificación de documento público, se encuentra en la fase de instrucción en la cual se recibe declaración a imputados y testigos.

Finalmente, el presidente de El Refugio, Nacho Panero, señaló que ve este procedimiento penal como "ejemplar", ya que "la perrera de Puerto Real ha sido el matadero oficial de Cádiz durante mas de 15 años, ahora esta cerrada, hay siete imputados y el procedimiento penal continúa con gran celeridad".

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