Durante los próximos 24 meses, la empresa Intecsa-Inarsa estudiará el subsuelo de Valladolid. El objetivo es que no haya sorpresas que impidan construir el túnel de 4,6 kilómetros por el que circulará el AVE . La empresa pública Adif adjudicó ayer este contrato de consultoría y asistencia por 4,1 millones de euros.
Las obras del soterramiento no podrán comenzar hasta que se haya ejecutado la variante de mercancías (también llamado by-pass) y el traslado de los talleres de Renfe. Está previsto que estas dos actuaciones terminen en septiembre de 2011.
No obstante, desde Adif aclararon ayer que no habrá que esperar a esa fecha para adjudicar las obras del túnel y que, en todo caso, durante este tiempo se realizarán pequeñas actuaciones previas antes de que la tuneladora empiece a perforar las entrañas de la capital.
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