Los empleados de la zona del Port tienen que soportar la contaminación atmosférica y acústica que emiten los barcos amarrados allí.

Una trabajadora del World Trade Center (WTC), ubicado en el Moll Vell de Barcelona, ha asegurado a 20 minutos que, en días de mucho tráfico marítimo, como fue el de ayer, en que se registró un récord de naves atracadas, el edificio «incluso tiembla y vemos columnas de humo impresionantes». Y tienen miedo. «No sabemos qué consecuencias puede tener a largo plazo respirar este humo», se plantean.

De las 77 medidas que configuran el Plan de Actuación para la mejora del Aire en el Área Metropolitana, ocho le incumben, precisamente, al Port. Entre ellas, incorporarán un servicio de suministro eléctrico para los buques cuyo objetivo será reducir la contaminación en el ambiente de la zona portuaria.