Los ovetenses se quedarán definitivamente sin Defensor del Ciudadano.

El alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, anunció hoy que el Ayuntamiento prescindirá de esta figura para ahorrar dinero, «por austeridad», pues el cargo supone un gasto anual para el consistorio de 132.000 euros.

«Los ciudadanos están perfectamente representados en la corporación municipal elegida en las urnas; los defensores de los ciudadanos somos los que estamos aquí», manifestó De Lorenzo en este sentido, mientras que quiso dejar claro que todas las medidas que se adopten desde el consistorio serán por «estricta necesidad».

Desde que Alberto Mortera renunció al cargo para ser concejal del PP en las pasada elecciones municipales, el cargo no había vuelto a ser ocupado.

Nuevo código

Por otra parte, los Defensores del Pueblo en las distintas Comunidades Autónomas anunciaron ayer su intención de realizar en los próximos meses un código de buenas prácticas para garantizar la confidencialidad de los datos de los ciudadanos.

También abordaron la necesidad de actualizar los sistemas informáticos existentes.

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