Solbes, el único que aún cree en el superávit

Zapatero y Solbes, en una foto de archivo (Foto: Efe).
Zapatero y Solbes, en una foto de archivo (Foto: Efe).
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Zapatero y Solbes, en una foto de archivo (Foto: Efe).

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, insistió hoy en que la economía española no está en crisis, aunque sufre una "desaceleración significativa", y confió en que la Administración del Estado logre este año "un ligero superávit".

No es una situación desde nuestro punto de vista de crisis

Solbes indicó en Fráncfort que los últimos datos de evolución del PIB, sumados al "efecto arrastre" del año pasado, dan como resultado un crecimiento anual más cercano al 2 que al 1%.

"No es una situación desde nuestro punto de vista de crisis", recalcó el vicepresidente, antes de asistir al encuentro mensual de ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo), que excepcionalmente tiene lugar en Fráncfort por la conmemoración del décimo aniversario del Banco Central Europeo (BCE).

Solbes admitió, en cualquier caso, que la economía sufre una "desaceleración significativa", con sectores claramente afectados, como se refleja en la evolución del paro y de otros indicadores, que no son positivos.

Asume su responsabilidad

Respecto a la evolución de las finanzas públicas, el titular de Economía indicó: "Mi deseo es todavía tener un ligero superávit en el Estado".

Si hay que pagar un precio, estoy encantado de hacerlo

En el conjunto de las Administraciones Públicas, "no hay duda" de que habrá un saldo positivo, explicó, gracias al "claro superávit" de la Seguridad Social.

En este contexto de desaceleración de la actividad, el vicepresidente se mostró dispuesto a "hacer lo que haya que hacer" para explicar a la opinión pública la posición del Gobierno.

"Si hay que pagar un precio, estoy encantado de hacerlo", aseguró Solbes, quien recordó: "Para eso me he quedado" en el Ejecutivo.

Desaceleración de la zona euro

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró hoy su pronosticó para la zona euro en 2008 y augura una desaceleración de su economía hasta una tasa de crecimiento anual media del 1,75% en 2008 y del 1,25% en 2009, al tiempo que recomendó mantener los tipos de interés.

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